¿Alguna vez te has sentido mal por haberte molestado por el comportamiento inapropiado de alguien, hasta que descubriste que le había pasado algo que justificaba sus acciones?
El marco a través del que vemos lo que sucede determina el efecto que tendrá en nosotros, lo que nos hará sentir y también cómo reaccionaremos.
Ese marco viene determinado por la narrativa interna que tenemos sobre las cosas, que suele ser rígida y predeterminada de antemano, debido a experiencias pasadas o recuerdos negativos.
Esta falta de flexibilidad mental nos hace prisioneros de una única perspectiva, de la que no saldremos hasta que cambiemos nuestra percepción de la situación.
A veces, como en el caso de la persona que nos incomodaba inicialmente, nueva información nos obliga a cambiar nuestra perspectiva.
Pero también podemos aprender a usarlo de forma constructiva practicando el “arte de reenmarcar”.
Haciéndonos más conscientes de nuestros marcos/narrativas recurrentes y abriéndonos a perspectivas nuevas que nos hagan ver las cosas de una manera más provechosa y beneficiosa.
BONUS
– Juega a buscar nuevos prismas para ver una situación habitual o un problema que tengas.
– Nota cómo cambia tu forma de pensar y actuar cuando sales de tu marco habitual.