Con los avances de la medicina y la mejora de las condiciones de vida de las sociedades desarrolladas, deberíamos plantearnos la vida para llegar hasta los 100 años.
No para que sea una mera acumulación de cumpleaños, si no para disfrutarlos con vitalidad y verdadera calidad de vida.
El problema es que vivimos para el día a día y la gratificación inmediata vence al pensar y planificar para el futuro.
Los cuatro jinetes del Apocalipsis que amenazan nuestra salud con el paso de los años son las enfermedades neurodegenerativas, las enfermedades cardiovasculares, las caídas y el cáncer.
Y yo añadiría otra amenaza a nuestra longevidad de carácter ‘existencial’, como sería la falta de un propósito o algo que le dé sentido a nuestros días.
Para eso debemos depositar fondos en la cuenta de pensiones de nuestra salud, AHORA.
Veo muchos cuerpos de personas mayores que sufren por limitaciones de movimiento que habrían podido evitarse.
Lo que propongo es centrarnos en la salud de nuestras articulaciones, porque es algo sencillo de hacer y tiene unos efectos exponenciales. Y así evitamos un deterioro irreversible más adelante.
La clave es pensar que nuestras articulaciones son como bisagras que necesitan de movimiento o se oxidarán.
Y cuando una articulación pierde su rango de movimiento el cuerpo tendrá que hacer compensaciones, usando y sobrecargando otras partes para adaptarse a esa falta de movilidad.
Por lo tanto debemos habituarnos a ‘engrasar’ TODAS nuestras articulaciones regularmente.
BONUS
– Escoge una articulación y empieza a moverla suavemente explorando tu rango de movimiento.
– Hazlo más pequeño/lento si tienes dolor o molestias, pero busca recorrer todos los planos de movimiento dentro de tu capacidad corporal.
– Repite el proceso con las demás articulaciones.
NOTA: no te garantizo que con esto llegues a los 100 años, pero sí te aseguro que tendrás mejor calidad de vida hasta que te mueras.
*Imagen Christin Hume
