La vida nos zarandea con sus vaivenes y es normal tener momentos en los que sentimos que nos supera.
Pero a veces hacemos una montaña de un grano de arena y parece que cualquier cosa imprevista nos incomoda a niveles exagerados o nos provoca una ansiedad intensa.
Hay personas que a la mínima que la vida les presenta alguna dificultad, se bajan del tren (del esfuerzo, de hacer trabajo necesario, de ver el futuro con optimismo, etc).
Por eso me parece muy gráfico el dicho que usaba el padre de una amiga cuando decía que “hay personas que se ahogan en un escupitajo.”
Nos ponemos en lo peor y pensamos que no podremos hacer frente a situaciones de dificultad, pero es ahí cuando se activa nuestro “sistema psicológico inmune”.
Lo que descubre recursos internos que no sabíamos que teníamos y nos permite sobreponernos a esas circunstancias adversas.
Por eso no nos ayuda cuando justificamos nuestro comportamiento con excusas del tipo: “es que soy así y no puedo evitarlo”, porque así negamos el don que es enfrentar las dificultades que nos ayudan a (auto)superarnos.
Podemos desarrollar la capacidad de soportar inconvenientes si nos exponemos regularmente a ciertas incomodidades en nuestra vida cotidiana.
RINCÓN DEL COACH
– Busca situaciones en las que renuncies a las comodidades habituales para fortalecer tu sistema inmune psicológico de manera proactiva y preventiva.