Al ser humano le han fascinado los ritmos y las percusiones desde siempre y nos comunicábamos a través del movimiento corporal mucho antes de inventar el lenguaje.
Por eso se cree que el baile es nuestra primera expresión artística.
De adolescente me encantaba bailar hasta que no podía más y caía rendido en el suelo, agotado y empapado de sudor.
Pero me daba vergüenza bailar en público, así que esperaba a que no hubiera nadie en casa para poner subir el volumen y moverme como un loco al ritmo de la música.
Eso me permitía conectar con mi cuerpo y expresarme a través del movimiento con una sensación de libertad, intensidad y alegría inigualables.
Porque nuestro cuerpo es fuente de experiencias y sensaciones maravillosas que debemos expresar y asimilar para que no queden reprimidas dentro y se vuelvan tóxicas.
Por eso necesitamos más educación (¡y práctica!) sobre movimiento expresivo, que nos permite dar salida a lo que sentimos y reconocer lo que el cuerpo revela.
BONUS
– En realidad es fácil: solo necesitas reconocer el impulso a moverse que tiene tu cuerpo y darle salida a tus sensaciones internas.
– Aunque para empezar tengas que bailar sin que nadie te mire😉
* Imagen Andrea Piacquadio