Resulta incomprensible que después de miles de años de civilización aún no hayamos aprendido cómo tratar bien nuestro cuerpo.
Porque parece que solo hemos avanzado en los tipos de abuso inconsciente al que lo sometemos, curiosamente por exceso o por defecto.
Comemos demasiado o no comemos nada.
Abusamos de sustancias adictivas o nos volvemos hipersensibles a todo.
Sobreentrenamos nuestro cuerpo con entrenamientos excesivos o somos sedentarios con fobia a la actividad física.
Tratamos nuestro cuerpo como si fuese un envoltorio de carne y huesos que traslada nuestra mente y nuestros pensamientos de un lugar a otro.
Y nos olvidamos de él hasta que nos duele algo o alguien hace referencia a nuestro aspecto.
Preocupados por su apariencia, pero descuidando su esencia.
Sin embargo, el cuerpo tiene una enorme importancia porque es el continente de nuestra existencia y el mediador de nuestra experiencia de vida.
Hoy en día se ha puesto muy de moda el ‘mindfulness’ (“mente o atención plena y consciente”), y también deberíamos fomentar el ‘bodyfulness’ (“cuerpo pleno y consciente”).
Practicando ‘bodyfulness’ cultivamos nuestro nivel de conciencia corporal y creamos una nueva relación con el mundo que nos rodea.
RINCÓN DEL COACH
– ¿Cómo se hace?
– Sencillo. Solo tienes que dedicar unos minutos al día a estar EN tu cuerpo y sentir qué pasa por él.
