Fritzi Horstman fue abusada verbalmente por su madre, que era adicta a la ira. También fue abusada sexualmente por otro hombre y su padre era un alcohólico. Condujo borracha, vendió drogas y fue una delincuente juvenil.
Consiguió rehabilitarse y ahora se dedica a transformar las prisiones y las comunidades a través de la acción compasiva.
Para ella la mayoría de las personas que cometen actos malvados no han nacido así, sino que acaban cometiendo actos criminales como resultado de no saber procesar sus emociones y las situaciones por las que han pasado, sobre todo durante su infancia.
En su trabajo en las cárceles hace un ejercicio con los presos llamado el Círculo de Compasión del Trauma.
En el patio de la cárcel los presos forman un círculo y ella va leyendo una lista de declaraciones. Si los presos han vivido esas situaciones dan un paso dentro del círculo.
- Durante tus primeros 18 años de vida un padre u otro adulto en el hogar a menudo te insultó, menospreció o te humilló.
- A menudo o muy a menudo un padre u otro adulto te agarró, te abofeteó o te menospreció.
- A menudo o muy a menudo un padre u otro adulto te golpeó tan fuerte que te dejó marcas o lesiones.
- Sentiste que nadie de tu familia te quiso o pensó que eras importante o especial.
- Tu familia vivió en extrema pobreza.
Al final del ejercicio la mayoría de los presos había dado pasos hacia dentro del círculo.
Piensa en cómo habría sido tu vida de haber sido hijo no deseado, víctima de abusos, violencia doméstica, adicciones, trauma o nadie te hubiese mostrado cariño ni afecto de pequeño.
Con esto no estoy diciendo que debamos liberar a todos los presos de las cárceles ni mucho menos justificar sus comportamientos criminales.
Pero sí debemos tener empatía con lo que les ha tocado vivir(sufrir) y compasión para reintegrarlos de nuevo en la sociedad.
BONUS
– En el primer comentario he puesto su web donde puedes ver un trailer del documental. *Está en inglés pero puedes poner subtítulos en castellano.