La vida oscila entre el caos y el orden, en un balanceo complementario que regula nuestra existencia.
Hay un juego (aunque también se podría ver como lucha) entre dinámicas de orden y caos. O dicho de otra forma, entre la estabilidad y la innovación, entre el estatus quo y el cambio.
Es un fenómeno que podemos observar en múltiples facetas de nuestra existencia. En el funcionamiento del Universo, de la vida, de las sociedades, de las relaciones y también en el interior de cada persona.
Pero se nos olvida. Y tomamos partido por uno de los dos polos, sin darnos cuenta de que las dos tendencias deben coexistir y dialogar hasta entenderse, porque están interrelacionadas.
Si todo es estabilidad y orden, nos estancamos sin dejar espacio para el progreso. Manteniendo tradiciones y costumbres que pueden haber quedado obsoletas para los nuevos tiempos.
Y si todo es cambio, novedad y ruptura con lo anterior, perdemos nuestras referencias y nos desorientamos. Sin darnos tiempo para asimilar las innovaciones y los progresos que hemos realizado.
Para que una sociedad, relación o persona avance, necesitamos integrar las dos tendencias evitando posicionarnos rígidamente en una de ellas, entendiendo que las dos son imprescindibles para nuestra existencia, para que perduremos.
RINCÓN DEL COACH
– Si tu vida se ha vuelto demasiado predecible y estable, busca hacer algo diferente de lo habitual.
– Si tu vida ha pasado por muchos cambios recientemente, encuentra algún ritual que le de estabilidad y orden.
– Por último, entra en diálogo con tu tendencia opuesta con la intención genuina de entender su planteamiento.
* Imagen Hans Braxmeier