Jugar

El juego le da chispa a nuestra vida. Sin juego sería más triste, sosa y aburrida.

Las crías de muchos mamíferos emplean el juego como exploración de comportamientos que necesitan desarrollar para su supervivencia, pero es en el ser humano donde más desarrollada está la capacidad lúdica.

De hecho podemos considerarnos “Homo Ludens” porque el juego nos permite desarrollar el cerebro como ninguna otra actividad humana.

El juego nos hace más inteligentes, más sociables y sociales, más alegres, fomenta el sentido del humor, la creatividad y nuestra capacidad para adaptarnos a los cambios.

El juego es además la base de nuestra socialización, dándonos la libertad de probar diferentes comportamientos en un contexto seguro, donde los ‘errores’ están permitidos.

Es fascinante la facilidad que tienen los niños para jugar con otros niños, sin apenas conocerse y en muchos casos sin apenas cruzar palabra. 

En la infancia tenemos muy desarrolladas nuestras habilidades de juego, pero las vamos perdiendo con el paso de los años “porque ya no tenemos edad para hacer esas cosas”.

Sin darnos cuenta de que así renunciamos a los importantes beneficios de cultivar nuestra capacidad lúdica durante todo nuestro ciclo vital.

BONUS

– ¿Qué tipo de juegos te gustan?

– Busca formas de incorporarlos más en tu vida…¡tengas la edad que tengas!

*Imagen Birgl

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