Todos tenemos una conversación constante con nosotros mismos en nuestra cabeza.
Como si llevásemos un locutor en nuestra mente que va comentando la jugada de todo lo que nos sucede. Y a veces nos dice cosas buenas, pero otras critica y descalifica nuestro comportamiento.
Porque algunas personas parecen estar en conflicto, incluso en guerra declarada, con ellas mismas.
Es como si tuviesen un enemigo en su cabeza, susurrándole al oído lo mal que hace las cosas, el desastre que es o que no vale la pena que intente nada nuevo si total seguro que será un fracaso.
En algunos casos podría llegar a considerarse maltrato psicológico si no fuese porque es su propia voz.
Los seres humanos usamos el lenguaje para estructurar nuestro pensamiento. Por eso la elección de las palabras y el uso que hagamos de ellas tiene mucha importancia en cómo vemos el mundo, en cómo actuamos y en cómo nos sentimos.
Porque de la misma manera que algunas palabras pueden herirnos y hundirnos, otras pueden animarnos e impulsarnos a realizar todo lo que queremos.
La elección es personal: tú decides si quieres un maltratador o un cuidador en tu ‘rincón’.
BONUS
– Hazte consciente de vez en cuando de la conversación que oyes en tu cabeza.
– Analiza qué tono tiene: ¿Te anima o te critica? ¿Está de tu parte o en tu contra?